La gringa colombiana
Las diferencias raciales apenas empezaban a despuntarse. Los niveles sociales eran como siempre; clase alta, media y baja y, por último, los rigores de la guerra habían dejado un sabor agrio en la boca y el corazón de todos. Era la década de los cincuenta y sesenta, y las multitudes se reunían para verse unos con otros; los latinoamericanos viajaban a la Florida, a los colleges, a estudiar, y los americanos, sorprendidos de estos hombres de voz alta y demandante, trataban de integrarse.
Allí se encontraron Mía y Martín en un silencioso espacio de la universidad. Estos jóvenes, por casualidad, se conocieron. Lo único que tenían en común eran unos padres que practicaban la medicina. Se embarcan en una relación bajo juramento y de ahí a Latinoamérica, donde muchas cosas suceden. Unas tristes, otras graciosas y otras fuertes, para corazones esperanzados y atrevidos.
Los tiempos difíciles en el Sur de América presentan la combinación perfecta para crear situaciones increíbles e inolvidables. Y así nació "La gringa colombiana".
-- Carolina T. Anderson